La Guerra árabe-israelí y el genocidio en Gaza
El estudio de la guerra
árabe-israelí supone entender cuáles fueron los orígenes de ese conflicto que
en la actualidad sigue existiendo. Palestina se convirtió en un punto de
conflicto del mundo árabe y en uno de los focos de tensión internacional más
relevante del mundo. Tras la segunda guerra mundial y del genocidio judío,
numerosos judíos europeos que habían sido liberados de los campos de
concentración se negaron a volver a sus países de origen y llegaron
clandestinamente a Palestina. Los británicos que controlaban la zona, no
querían acogerlos, y los judíos más radicales iniciaron una oleada de atentados
terroristas exigiendo la creación del estado prometido por la Declaración de
Balfour.
La Declaración de Balfour
fue una carta redactada el 2 de noviembre de 1917 por Arthur James Balfour,
secretario de relaciones exteriores del Reino Unido, dirigida a Lord Rothschild,
líder de la comunidad judía británica. La carta dice así:
“El gobierno de su Majestad ve con buenos ojos el
establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío, y
empleará sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo,
entendiendo claramente que nada se hará que pueda perjudicar los derechos
civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, ni
los derechos y el estatus político de los judíos en cualquier otro país”.
Vamos a poner un poco de
contexto histórico:
El Imperio Otomano
controlaba Palestina. Mientras que los británicos dominaba Egipto y las costas
sur y este de Arabia (protegiendo el canal de Suez y la ruta hacia la India).
Durante la Primera Guerra Mundial, los imperios británicos y turco se enfrentaron
en Próximo Oriente. Los británicos buscaban el apoyo del nacionalismo árabe, al
que proporcionaron apoyo militar y prometieron un reino árabe unido e
independiente. El problema fue que al mismo tiempo, buscaron el apoyo de los
nacionalistas judíos que se encontraban en Europa y les prometieron también la
creación de un estado propio en Palestina. Reino Unido quería asegurar el apoyo
judío (especialmente en Estados Unidos y Rusia), durante la guerra, al mismo
tiempo, buscaba reducir la influencia en Próximo Oriente debilitando al Imperio
Otomano. Después de la guerra, los británicos incumplieron ambas promesas.
Tras discutir varios
proyectos de partición de Palestina, la ONU, finalmente aprobó la división de
la región en dos zonas: una judía y otra musulmana. Cada una de ellas sería un
estado independiente, la ciudad de Jerusalén quedaría bajo control
internacional y Gran Bretaña abandonaría la región en 1948. Este proyecto fue
aceptado por los judíos, quienes, tras la persecución que habían padecido durante
la Segunda Guerra Mundial, contaban con un gran apoyo internacional. Sin
embargo, el plan fue rechazado por los árabes, desencadenando un punto de
inflexión con las primeras disputas árabes-israelí.
David Ben Gurion, primer
ministro israelí proclamó el 14 de mayo de 1948 el Estado de Israel, con
capital en Tel Aviv; el nuevo estado fue reconocido por Estados Unidos, la URSS
y otros muchos países. Bajo el liderazgo de Ben Gurion se establecieron las
fuerzas de defensa de Israel mediante la unión de diversas milicias judías que
expulsaron a la mayoría de la población árabe palestina. Gurion es uno de los
padres fundadores del Estado de Israel, pues sentó las bases del estado judío,
influyendo directamente en la solución de cuestiones clave y la formación de las
principales instituciones del estado de Israel. El inicio del conflicto
árabe-israelí surge en 1948 con cuatros importantes conflictos entre árabes y
judíos:
1.- Guerra de 1948-1949.
Los ejércitos de Egipto, Jordania, Irak, Siria y Líbano se unieron a los árabes
palestinos contra Israel; este sobrevivió y además se apoderó del territorio
palestino, con excepción de la mitad oriental de la ciudad de Jerusalén que
quedó dividida por un lado Cisjordania en el lado oeste del río Jordán, en
manos de Jordania, y de la franja costera de Gaza, en manos de Egipto.
2.- Crisis de Suez de
1956. Israel atacó a Egipto con ayuda de Gran Bretaña y Francia, debido a que
el líder de Egipto Nasser nacionalizó el canal de Suez.
3.- Guerra de los Seis
Días (1967). Israel derrotó a los países árabes vecinos y se apoderó de la
península del Sinaí, incluida la franja de Gaza, Cisjordania, toda la ciudad de
Jerusalén, y parte de la frontera de Siria, los llamados Altos del Golán.
4.- Guerra del Yom Kippur
(1973). Egipto y Siria atacaron a Israel sin éxito el día de la Pascua judía o
Yom Kippur. Esta guerra tuvo un efecto económico importante, ya que la OPEP
decidió disminuir sus exportaciones de petróleo a los países occidentales como
represalia por el apoyo que había prestado a Israel. Como consecuencia los
precios del crudo se quintuplicaron.
Tras la guerra del Yom
Kippur, Egipto firmó en 1979 los Acuerdos de Camp David, por los que reconocía
al Estado de Israel a cambio de la devolución del Sinaí. Estos acuerdos fueron
considerados una “traición” por los
palestinos y por el resto de países árabes hasta el punto de costarle la vida
en 1981, a Anwar El-Sadat, el presidente egipcio que lo firmó.
El resultado de estas
guerras fue la consolidación de Israel como Estado; poseía mayor unidad y
organización que sus vecinos y recibía el constante apoyo económico y militar
de Estados Unidos, lo que le permitió derrotar a los países árabes
circundantes, crecer demográficamente, establecer una república de estilo
occidental y extenderse territorialmente. Sin embargo, ni sus fronteras fueron
permanentes ni el estado de Israel fue reconocido por sus vecinos, que
reiteradamente se negaron a firmar acuerdos de paz definitivos.
A diferencia de los
judíos, los árabes palestinos expulsados de Israel carecían de estado y de
tierras y vivían como refugiados en multitud de campos repartidos por países
cercanos como Jordania, de donde fueron expulsados en 1970 y Líbano. Tras la
expansión israelí de 1967, un gran número de palestinos quedó bajo el dominio
de Israel. Esta situación agravó los enfrentamientos entre los colonos judíos
que se asentaban en las tierras ocupadas y sus antiguos pobladores árabes.
Ante la impotencia de los
países árabes, los palestinos crearon en 1964 la Organización para la
Liberación de Palestina (OLP), liderada por el jefe palestino indiscutible
Yasser Arafat. El objetivo de la OLP era crear un estado para los árabes
palestinos. La ONU reconoció esta organización palestina y su derecho a tener
un estado propio. La OLP estaba constituida por integrantes paramilitares que
llevaron a cabo actos terroristas y utilizó a los países vecinos de Israel como
plataformas para realizar acciones militares de represalia contra los judíos.
A partir de 1973 la
actividad de los palestinos y las represalias de Israel mantuvieron vivo el
conflicto, que paso a ser palestino-israelí, con una mínima participación del
resto de los países árabes. Los acontecimientos más importantes fueron los
siguientes:
1.- Invasión del Líbano.
En 1982, Israel invadió Líbano, país que sufría una complicada guerra civil,
para acabar con los campamentos de refugiados palestinos y sus actividades
bélicas y terroristas. Muchos palestinos fueron evacuados gracias a la
intervención internacional, pero otros fueron asesinados en los campos de
refugiados (matanza de Sabra y Chatila). Aunque Israel se retiró de Líbano,
mantuvo la presencia militar al sur del país. Siria por su parte, situó tropas
al norte de Líbano hasta finales de los años ochenta.
2.- Primera Intifada. En
diciembre de 1987 estalló en los territorios de Gaza y Cisjordania ocupados por
Israel la primera Intifada, una rebelión popular de jóvenes palestinos. A pesar
de las represalias israelíes, estas revueltas se repitieron acompañadas de una
desobediencia civil generalizada. La Intifada recibió el apoyo de la OLP desde
el exterior, lo cual dificultó el control israelí de estos territorios.
En los años noventa, la
OLP abandonó las prácticas terroristas y aceptó la partición de Palestina
reconociendo así al estado de Israel. En 1993 Israel permitió la autonomía de
Gaza y Jericó (un sector de Cisjordania), retiró sus tropas y aceptó que las
autoridades palestinas bajo la dirección de Arafat se establecieran en este
territorio.
Creación de Hamás
Hamás es un partido
político militar islamista considerado como un grupo terrorista por la
comunidad internacional. El término Hamás hace referencia a Resistencia
Islámica, fundado por Ahmed Yassin, un jefe palestino que después de ser
activista en las ramas locales de la hermandad musulmana de Egipto estableció a
Hamás como entidad política de la Hermandad en Gaza en diciembre de 1987,
durante la primera Intifada. Hamás se presenta bajo una identidad nacionalista,
islamista y yihadista. El propósito de Hamás era contrarrestar la Yihad
Islámica Palestina (YIP), otra organización cuyo compromiso de resistir
violentamente a Israel amenazaba con quitarle el apoyo de los palestinos a la
Hermandad.
En 1988, Hamás publicó su
normativa constitucional, abogando por la destrucción de Israel y defendiendo
el establecimiento de una sociedad islámica en la Palestina histórica. Este
objetivo forma parte de las fuertes críticas que expresó Yassin sobre la estrategia
de oposición a Israel de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),
liderada durante años por Arafat.
Las ideas del líder de la
OLP estaban vinculadas al socialismo y al panarabismo, corrientes ideológicas
populares en las décadas de 1960 y 1970 en Oriente Medio. Sin embargo, estas
posturas eran objetos de críticas por parte de Yassin, quien las percibía como
influencias occidentales. Para Yassin, además de la lucha contra Israel,
también era crucial preservar la sharia
y la ley islámica como fundamento de un eventual estado palestino. Además, la
OLP estaba desprestigiada porque se la veía como corrupta y distanciada de los
problemas reales de los palestinos, pues su liderazgo estaba cómodamente
asentado en Túnez, mientras que los palestinos sufrían los efectos de la
Intifada.
Durante la primera
Intifada Hamás tuvo un papel moderado y escaso, pues la figura más reconocible
dentro de la resistencia palestina era Yasser Arafat. No obstante, a partir de
la década de 1990, el papel de Hamás en la política palestina aumento
considerablemente gracias a dos factores: la formación del brazo armado de
Hamás llamado Brigada de Ezzeldin al Qassam y su posición firme en contra de
cualquier acuerdo de paz. Las Brigadas de Ezzeldin al Qassam son el brazo
armado terrorista de la organización islámica palestina Hamás. Sus integrantes
están extendido por toda la zona de la franja de Gaza dotados de equipamientos
militares, misiles, bombas y cohetes. Esta organización presenta un carácter
religioso por tanto contribuyen a ampliar el horror y el caos con sus acciones
militares.
En 1993 se firmaron los
Acuerdos de Oslo entre el gobierno de Israel y la OLP con el objetivo de
ofrecer una solución permanente en el conflicto palestino-israelí. Hamás
condenó los Acuerdos de Oslo, considerado por la comunidad internacional como
un pacto histórico firmado por el líder de la OLP, Yasser Arafat, y el primer
ministro de israelí, Yitzhak Rabin. Estos acuerdos establecían un autogobierno
limitado para partes de Cisjordania y Gaza bajo una entidad recién creada
llamada Autoridad Nacional Palestina (ANP). Además de rechazar los acuerdos,
Hamás condenó el reconocimiento mutuo entre la OLP e Israel, que Arafat y Rabin
aceptaron oficialmente. Hamás rechazó formar parte de la recién creada ANP y
comenzó unas acciones terroristas de ataques bomba suicidas hacia Israel que
hizo que empezase a ser clasificado como grupo terrorista por Israel, Estados
Unidos, la Unión Europea, Reino Unido o Canadá. El nombre de Hamás comenzó a
resonar cada vez más en la región de Oriente Medio y su influencia entre la
población palestina aumentó. El respaldo hacia Hamás entre los palestinos puede
atribuirse a su firme oposición hacia Israel y a las críticas de corrupción e
ineficacia dirigidas hacia la ANP y el partido principal, Al Fatah.
Con el inicio de la
segunda Intifada a finales del año 2000, el papel de Hamás fue más destacado,
casi al mismo nivel que el de Al Fatah, a pesar de que este último ocupaba
posiciones gubernamentales en ese momento. Por otro lado a pesar de haber
sufrido derrotas importantes en el terreno contra Israel y haber perdido a dos
de sus líderes más importantes Ahmed Yassin y Abdel Aziz ar-Rantisi abatidos en
operaciones militares especiales ejecutadas por las fuerzas de defensa de
Israel, la influencia de Hamás se disparó durante esta Intifada.
Por otra parte, en estos
años se fortaleció el brazo armado de Hamás, según acusa Israel, debido a la
colaboración de estados como Irán o Qatar, así como de grupos armados hostiles
a Israel, como Hezbolá en el sur del Líbano. Estos actores externos han
expresado su respaldo a las operaciones de Hamás, aunque han llegado a negar
proporcionar ayuda militar directa.
La relevancia política de
Hamás tuvo su auge en 2006 cuando ganó las elecciones legislativas en Gaza,
imponiéndose sobre otros partidos de larga trayectoria como Al Fatah o el
Frente Popular para la Liberación de Palestina. La percepción de Hamás como una
amenaza por parte de Al Fatah generó crecientes tensiones entre ambas
facciones, culminando en un enfrentamiento abierto por el poder en 2007. Aunque
Al Fatah mantuvo su dominio en Cisjordania, Hamás controlaba totalmente la
franja de Gaza. Esta división dejó a la política palestina y a sus dos
territorios en un estado de fractura y parálisis durante años. Esta situación
también generó preocupaciones adicionales a Israel, ya que, a diferencia de Al
Fatah que cree en la solución de dos estados, Hamás considera que Israel debe
desaparecer y que solo puede prevalecer un estado: el de Palestina.
Desde entonces, Israel
comenzó a aislar la franja de Gaza, un bloque que ha causado una crisis
humanitaria entre los más de dos millones de habitantes de la zona. En el período
comprendido entre 2008 y 2021, Israel experimentó un estado de permanente
tensión con Hamás. El constante goteo de cohetes del grupo terrorista sobre
territorio israelí elevó la tensión en al menos cuatro ocasiones, resultando en
sendos conflictos armados, en algunos de los cuales Israel ha llegado a
penetrar temporalmente en Gaza con fuerzas terrestres para “segar la hierba”, utilizando la terminología de las fuerzas de
defensa de Israel. La primera guerra desencadenada por Hamás, en 2008, resultó en
la ofensiva militar israelí Plomo Fundido,
que duró aproximadamente un mes. La segunda ocurrió en 2012, y culminó con el
reconocimiento de Palestina como estado observador no miembro por la Asamblea General de la ONU. El tercer brote
armado, en 2014, se inició debido a ataques desde Gaza, culminando en una
ofensiva terrestre israelí y un alto el fuego temporal en agosto. Finalmente,
la cuarta guerra, en 2021, comenzó con el lanzamiento de cohetes desde Gaza y
ataques aéreos israelíes, precedida por disturbios en Jerusalén Este.
Hamás tiene una serie de
órganos de liderazgo que desempeñan diversas funciones políticas, militares y
sociales. La política general la establece un órgano consultivo general,
llamado politburó, que opera en el
exilio desde Qatar. Los comités locales gestionan cuestiones de base en Gaza y
Cisjordania.
Uno de los jefes
políticos más destacado de Hamas fue Ismail Haniya (asesinado en julio de 2024
por las fuerzas de defensa de Israel). Su figura destaca por su relación
cercana con Yassin: fue nombrado jefe de su oficina y ejerció como su
secretario privado. Su posición dentro de Hamás se fortaleció durante la
segunda Intifada, debido a su relación con el fundador de Hamás y también por
los asesinatos de gran parte de los líderes del grupo por parte de las fuerzas
de seguridad israelíes. En diciembre de 2005, Haniya fue elegido para encabezar
la lista de Hamás, que ganó las elecciones del consejo legislativo Palestino. A
partir de 2020, Haniya opera como máximo líder responsable del movimiento
islamista desde Qatar, país en el que se establecieron los líderes de Hamás
después de abandonar Siria en resistencia a la campaña de represión de Al Assad
contra la revuelta popular en ese país, en la que participaron refugiados
palestinos. Además, algunas figuras importantes de Hamás también operan desde
las oficinas del grupo en Turquía.
En cuanto a los asuntos
cotidianos en Gaza, éstos son supervisados por Yahya Sinwar (asesinado en
octubre de 2024). Sinwar fundó y dirigió el ala militar de Hamás y cumplió
veintidós años en una prisión israelí por planear el secuestro y asesinato de
dos soldados israelíes.
Respecto a las demás
ramas de la organización, Marwan Issa (asesinado en marzo de 2024) y Mohammed
Deif (asesinado en julio de 2024) comandaban el ala militar de Hamás. Ambos son
objetivos prioritarios de la unidad especial de agentes del Shin Beth y el
Mossad para localizar y eliminar a los responsables del ataque del 7 de octubre
de 2023.
Actualmente, Irán es uno
de los mayores benefactores de Hamás, aportando fondos, armas y entrenamiento.
Aunque Irán y Hamás se separaron brevemente después de respaldar a bandos
opuestos en la guerra civil de Siria, Irán proporciona millones de dólares al
año a Hamás, la Yihad Islámica y otros grupos palestinos designados como
organizaciones terroristas por Estados Unidos.
Turquía ha sido otra firme partidaria de Hamás tras el ascenso al poder del presidente Erdogan en 2002. Aunque Ankara insiste en que sólo apoya a Hamás políticamente, ha sido acusada de financiar el terrorismo de Hamás, incluso mediante ayuda desviada desde la agencia turca de cooperación y coordinación.
Creación de Hezbolá
Hezbolá es un partido
político militar chií islámico libanés que combina acciones militares,
políticas y sociales. Fue fundado en Líbano a principios de los años 1980, en
el contexto de la guerra civil libanesa y la ocupación israelí del sur del país.
Sus orígenes se remonta a
la Revolución Islámica de Irán en 1979. El nuevo régimen iraní comenzó a
exportar su ideología islamista chií. Los guardianes de la revolución iraníes
enviaron asesores y recursos al Líbano para organizar a los chiíes libaneses en
un movimiento de resistencia. En 1985, Hezbolá se dio a conocer públicamente
mediante un manifiesto donde se declaraba como una organización islámica
revolucionaria, opuesta a Israel y a la influencia occidental, especialmente de
Estados Unidos. Reivindicó la resistencia armada como camino para liberar el
Líbano. Sus objetivos se sintetizan en:
1.
Expulsar a las fuerzas
israelís del sur del Líbano.
2.
Establecer un estado
islámico en el Líbano basado en el modelo iraní.
3. Combatir la influencia de Occidente, especialmente de Estados Unidos y Francia.
Tanto Hamás como Hezbolá se odian mutuamente, sin embargo, tiene un nexo común que es eliminar el estado de Israel y ese compromiso permiten a las dos organizaciones terroristas alinearse para acabar con Israel.
El 7 de octubre de 2023, mientras los israelíes celebraban
la festividad de Simjat Torá, grupos armados palestinos principalmente de Hamás
y de la Yihad Islámica Palestina, lanzaron un ataque contra Israel desde la
franja de Gaza que comenzó con una andanada de cohetes y que siguió con un
ataque coordinado de comandos contra numerosas bases militares y localidades
fronterizas. Israel respondió poco después con una de las campañas de bombardeos
más destructivas de la historia e invadió la franja de Gaza en octubre de 2023.
Como conclusión cabe decir que la
guerra de Gaza continua agravándose por parte de Israel sobre la población
palestina ejecutando un genocidio
civil y una crisis humanitaria sin precedentes en la zona de Oriente Medio. La
guerra de Gaza continúa desde 1948 sin intención de terminar nunca la guerra.
El actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu ordenó la invasión de
todo el territorio de Gaza en octubre de 2023 con la intención exclusivamente
de eliminar las bases militares de Hamás y Hezbolá, sin embargo, en un
conflicto bélico de esas características los damnificados son la población
civil que mueren diariamente a causa de los continuos bombardeos de Israel.
Israel es un país sionista y no
acepta bajo ningún concepto la partición de Palestina. Es más cree firmemente
en la idea de único estado: el estado de Israel y jamás cederá en su empeño.
Israel es culpable de la violencia generalizada en Palestina y la creación de
Hamás y Hezbolá, grupos terroristas que se vieron impulsados por la violencia
manifestada de Israel y la limpieza étnica que quieren ejecutar el gobierno de
Netanyahu.
El conflicto seguirá y Hamás será
muy difícil de eliminar. Hamás controla todo el territorio de Gaza generando
una fractura política persistente en los territorios palestinos. Las alianzas y
el respaldo financiero de países como Irán y Turquía han influido en su
trayectoria. Al mismo tiempo, Hamás se ha ido ganando el apoyo de los palestinos,
quienes ven en Al-Fatah y en la ANP una alternativa débil, corrupta e ineficaz
a la hora de enfrentarse al estado israelí y defender los intereses del pueblo
palestino. Mediante su creciente influencia y determinación de luchar contra
Israel, Hamás plantea desafíos significativos y seguirá poniendo en juego la
estabilidad en Oriente Medio y en el mundo a pesar de lo diezmado que pueda
quedar el grupo terrorista tras la actual ofensiva de Israel.
Palestina no es reconocido como
un estado a pesar de que algunos países entre ellos España, Reino Unido,
Canadá, Australia y Francia han reconocido al pueblo palestino, sin embargo,
ese reconocimiento es meramente simbólico y no frenará ni un ápice la invasión
de Netanyahu sobre Palestina. La situación es cada vez más crítica, los
refugiados se multiplican cada día y las muertes civiles también, dejando un
lugar asolado y desesperanzado por la guerra de un tirano sionista que comanda
Israel. Teniendo en cuenta la presente coyuntura estamos en tiempos de guerra y
posiblemente puede estallar un conflicto bélico a gran escala. Por un lado, la
guerra rusa-ucraniana y las incitaciones del ejército ruso involucrándose en
fronteras de países de la OTAN. Por otro lado, el conflicto actual en Oriente
Medio que puede desembocar en la entrada de Irán en la guerra.
Netanyahu es un presidente sionista convencido de la existencia del único estado en Oriente Medio: Israel. Es un presidente tiránico que se está manteniendo en el poder a base de la corrupción y el empleo de las fuerzas militares no solo para acabar con Hamás, sino para destruir Palestina por completo y al mismo tiempo, extender sus dominios en Oriente Medio con el pretexto de construir "El Gran Israel", una idea sionista de hace muchísimos años que busca la creación de Israel como único estado existente en Oriente Medio por tanto, la misión de esta guerra según Netanyahu es "Histórica y Espiritual".
¿Quiénes son los buenos y los malos? Se abre un debate para los lectores de mi Blog
Aquí no hay bando, ni buenos ni malos. Existe un enemigo común que es el terrorismo causado por Hamás y Hezbolá y esos grupos terroristas deben de ser combatidos económicamente. Al mismo tiempo, debe existir un alto el fuego inmediato con la cooperación internacional e intentar la intervención de un país neutral que actúe como moderador y árbitro de un conflicto interminable que ha causado miles de muertos y supone un riesgo para la estabilidad pacífica internacional. Debe de coexistir dos estados Israel y Palestina, cada uno de ellos de forma independiente y con gobiernos autónomos. Parece una utopía, pero seguramente será la Voluntad de Dios.
En pocas palabras se ha concentrado un conflicto bélico, político y religioso que lleva muchísimo tiempo existiendo y cargando de horror, guerras, atentados terroristas a los dos pueblos, que quieran o no, están condenados a convivir y entender en un trozo de territorio que le pertenecen a los dos. Si la política no da soluciones, y la religión se inclina por el conflicto de eliminación del adversario, estamos ante un jeroglífico difícil de descibrar, pero ojo, no es imposible. La PAZ es el pegamento esencial para la convivencia y el progreso humano. No lo olviden.
ResponderEliminarIsrael es la unica democracia de la zona, guste o no
ResponderEliminarUna democracia que incita a la guerra y con un líder demasiado sionista con la idea de crear "El Gran Israel", aunque la mayoría de los habitantes de Israel aceptan una tregua o una paz con Palestina. Lo que se debe aceptar es la coexistencia de ambos estados, cada uno con sus instituciones propias y soberanía sin alimentar conflictos. Hamás es un grupo terrorista que debe abandonar las armas y entregar ilesos a los rehenes y el pueblo de Israel abandonar definitivamente Palestina y toda la zona que ha conquistado.
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