La Pantomima de Trump y Netanyahu. La Paz Imposible
El 29 de septiembre de 2025, Donald Trump y Benjamín Netanyahu se reunieron en la Casa Blanca con el fin de solucionar la guerra en Palestina y poner fin a más de 77 años de conflicto bélico. Los dirigentes de ambos países aceptaron un plan de paz para Gaza propuesto por el presidente de Estados Unidos. El acuerdo de paz para Gaza presenta las siguientes condiciones:
1.- Gaza será una zona libre de terrorismo, desradicalizada, que no representará una amenaza para sus vecinos.
2.- Gaza será reconstruida en beneficio del pueblo de Gaza, que ha sufrido más que suficiente.
3.- Si ambas partes están de acuerdo con esta propuesta, la guerra terminará de inmediato. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para prepararse para la liberación de rehenes. Durante este tiempo, se suspenderán todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería, y las líneas de batalla permanecerán congeladas hasta que se cumplan las condiciones para la retirada completa por etapas.
4.- Dentro de las 72 horas posteriores a que Israel acepte públicamente este acuerdo, todos los rehenes, vivos y fallecidos, serán devueltos.
5.- Una vez que todos los rehenes sean liberados, Israel liberará a 250 presos condenados a cadena perpetua y a más de 1700 gazatíes que fueron detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños. Por cada rehén israelí cuyos restos sean devueltos, Israel entregará los restos de 15 gazatíes fallecidos.
6.- Una vez que todos los rehenes sean devueltos, los miembros de Hamás que se comprometan a la coexistencia pacífica y a entregar sus armas recibirán amnistía. Los miembros de Hamás que deseen salir de Gaza recibirán un paso seguro a los países receptores.
7.- Una vez aceptado este acuerdo, se enviará inmediatamente ayuda completa a la franja de Gaza. Como mínimo, las cantidades de ayuda serán consistentes con lo que se incluyó en el acuerdo del 19 de enero de 2025 con respecto a la ayuda humanitaria, incluida la rehabilitación de la infraestructura (agua, electricidad, alcantarillado), la rehabilitación de hospitales y panaderías, y la entrada de equipos necesarios para retirar escombros y abrir caminos.
8.- La entrada de distribución y ayuda en la franja de Gaza se realizará sin interferencia de las dos partes a través de las Naciones Unidas y sus organismos, y la Media Luna Roja, además de otras instituciones internacionales no asociadas de ninguna manera con ninguna de las partes. La apertura del cruce de Rafah en ambas direcciones estará sujeta al mismo mecanismo implementado en virtud del acuerdo del 19 de enero de 2025.
9.- Gaza será gobernada bajo un gobierno transitorio temporal de un comité palestino tecnócrata y apolítico, responsable de la gestión cotidiana de los servicios públicos y los municipios para la población de Gaza. Este comité estará compuesto por palestinos calificados y expertos internacionales, con la supervisión de un nuevo organismo internacional de transición, la “Junta de la Paz”, que estará encabezada y presidida por el presidente Donald Trump, con otros miembros y jefes de estado que se anunciarán, incluido el ex primer ministro Tony Blair, el de la guerra de Irak de 2003. Este organismo establecerá el marco y manejará la financiación para la reurbanización de Gaza hasta el momento en que la autoridad palestina haya completado su programa de reforma, como se describe en varios propuestas, incluido el plan de paz del presidente Trump de 2020 y la propuesta franco-saudí, y pueda recuperar el control de Gaza de manera seguro y efectiva. Este organismo se apoyará en las mejores normas internacionales para crear una gobernanza moderna y eficiente que sirva al pueblo de Gaza y sea propicia para atraer inversiones.
10. Se creará un plan de desarrollo económico de Trump para reconstruir y dinamizar Gaza, convocando a un panel de expertos que han contribuido al nacimiento de algunas de las prósperas ciudades milagrosas y modernas de Oriente Medio. Muchas propuestas de inversión bien pensadas e ideas de desarrollo interesantes han sido elaboradas por grupos internacionales bienintencionados, y se tendrán en cuenta para sintetizar los marcos de seguridad y gobernanza con el fin de atraer y facilitar estas inversiones que crearán puestos de trabajo, oportunidades y esperanza para el futuro de Gaza.
11. Se establecerá una zona económica especial con tarifas preferenciales y tarifas de acceso que se negociarán con los países participantes.
12. Nadie se verá obligado a abandonar Gaza, y aquellos que deseen irse serán libres de hacerlo, así como de regresar. Alentaremos a las personas a quedarse y les ofreceremos la oportunidad de construir una Gaza mejor.
13. Hamás y otras facciones acuerdan no desempeñar ningún papel en el Gobierno de Gaza, ya sea de forma directa, indirecta o de cualquier otro modo. Toda la infraestructura militar, terrorista y ofensiva, incluidos los túneles y las instalaciones de producción de armas, será destruida y no se reconstruirá. Se llevará a cabo un proceso de desmilitarización de Gaza bajo la supervisión de observadores independientes, que incluirá la inutilización permanente de las armas mediante un proceso acordado de desmantelamiento, con el apoyo de un programa de recompra y reintegración financiado internacionalmente, todo ello verificado por los observadores independientes. La nueva Gaza se comprometerá plenamente a construir una economía próspera y a coexistir pacíficamente con sus vecinos.
14. Los socios regionales proporcionarán una garantía para asegurar que Hamás y sus facciones cumplan con sus obligaciones y que la Nueva Gaza no represente una amenaza para sus vecinos o su pueblo.
15. Estados Unidos colaborará con socios árabes e internacionales para crear una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF por sus siglas en inglés) temporal que se desplegará inmediatamente en Gaza. La ISF entrenará y prestará apoyo a las fuerzas policiales palestinas seleccionadas en Gaza, y consultará con Jordania y Egipto, que cuentan con una amplia experiencia en este ámbito. Esta fuerza será la solución a largo plazo para la seguridad interna. La ISF colaborará con Israel y Egipto para ayudar a proteger las zonas fronterizas, junto con las fuerzas policiales palestinas recién entrenadas. Es fundamental impedir la entrada de municiones en Gaza y facilitar el flujo rápido y seguro de mercancías para reconstruir y revitalizar Gaza. Las partes acordarán un mecanismo para evitar conflictos.
16. Israel no ocupará ni se anexionará Gaza. A medida que la ISF establezca control y estabilidad, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se retirarán basándose en normas, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización que se acordarán entre las IDF, la ISF, los garantes y los Estados Unidos, con el objetivo de lograr una Gaza segura que ya no represente una amenaza para Israel, Egipto o sus ciudadanos. En la práctica, las IDF entregarán progresivamente el territorio de Gaza que ocupan a la ISF, de acuerdo con un acuerdo que alcanzarán con la autoridad de transición, hasta que se retiren completamente de Gaza, salvo por una presencia de perímetro de seguridad que permanecerá hasta que Gaza esté debidamente protegida de cualquier amenaza terrorista que pueda resurgir.
17. En caso de que Hamás retrase o rechace esta propuesta, lo anterior, incluida la ampliación de la operación de ayuda, se llevará a cabo en las zonas libres de terrorismo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hayan entregado a la ISF.
18. Se establecerá un proceso de diálogo interreligioso basado en los valores de tolerancia y coexistencia pacífica para tratar de cambiar la mentalidad y las narrativas de palestinos e israelíes, haciendo hincapié en los beneficios que pueden derivarse de la paz.
19. A medida que avanza la reconstrucción de Gaza y se lleva a cabo fielmente el programa de reformas de la Autoridad Palestina, es posible que finalmente se den las condiciones para un camino creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino, lo que reconocemos como la aspiración del pueblo palestino.
20. Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político para una coexistencia pacífica y próspera.
Estas son las
principales condiciones fijadas por Trump y Netanyahu sin contar con la
presencia del presidente de Palestina, es decir, una auténtica farsa macabra
ideada por dos belicistas que aspiran a eliminar Gaza por completo. Trump es
partidario de la idea “Gran Israel” y
no quiere perder a su socio principal en Oriente Medio.
Donald Trump
afirmó “que su plan para poner fin a la
guerra en Gaza podría ser uno de los días más importantes en la historia de la
civilización y que podría traer la paz eterna a Oriente Medio”. La
exageración irrealista de Trump es típica en el loco de la Casa Blanca, sin
embargo, los puntos anunciados en el acuerdo de paz sigue siendo un paso
diplomático significativo, aunque la pacificación de Gaza probablemente no sea
posible. Una figura destacada de Hamás se mostró pesimista al respecto del
acuerdo de Trump y Netanyahu y advirtió que los términos no protegían en gran
medida los intereses palestinos, y que el grupo Hamás no aceptaría ningún plan
que no garantice la retirada de tropas israelíes en Gaza.
Netanyahu,
junto al presidente estadounidense, afirmó que Israel aceptaba el acuerdo. Sin
embargo, aceptar el posible acuerdo de paz no significa que se pueda poner fin
a la guerra. De hecho, la propuesta no será suficiente para lograr la paz en
Palestina y Hamás no creo que acepte de buen grado las condiciones expuestas por
Israel y Estados Unidos. El acuerdo de paz es ambiguo como para que cualquiera
de las partes puedan aparentar aceptarlo mientras utiliza el curso de las
negociaciones posteriores para sabotearlo, culpando a la otra parte de su
fracaso, especialmente a la parte más débil, Palestina. Esto ha sido el patrón
durante meses de negociaciones. Y si eso ocurre, la postura de la
administración Trump será siempre a favor de Israel. Trump se lo dejó claro a
Netanyahu, diciéndole que “si Hamás no
aceptaba la propuesta, tendría el
pleno respaldo de Estados Unidos para hacer lo que tuviera que hacer”.
La decisiva
decisión se encuentra en Hamás que no creo que abandone las armas, aunque
teniendo en cuenta lo diezmado que se encuentra el grupo terrorista, puede ser
que acate el acuerdo de paz. Trump ha dado unos 3 o 4 días para que Hamás se
pronuncia al respecto del tratado de paz. En cuanto a los mediadores árabes
como Catar y Egipto ven de buen grado la propuesta de Trump, pero la idea de
creación de un estado palestino con instituciones propias, medianamente
democrático y no militarizado sigue siendo una posibilidad lejana al menos a
largo plazo. El presidente de Palestina, Mahmud Ridha Abás es un firme defensor
de la creación del estado palestino sin la presencia de Hamás, aunque eso
constituye una utopía difícil de alcanzar.
Como conclusión podemos establecer las siguientes consideraciones:
En primer lugar, el acuerdo de paz firmado por Trump y Netanyahu concede todas las ventajas a Israel, a pesar de haber masacrado durante dos años Gaza con víctimas civiles de 65.000 personas y millones de refugiados que lo han perdido absolutamente todo, según informes del ministerio de salud de Gaza y de las autoridades israelíes.
En segundo lugar, el discurso plagado de mentiras y manipulaciones de Netanyahu en la ONU agravan aún más si cabe el conflicto. Netanyahu afirma que “los palestinos no quiere dos estados y no reconoce a Israel”. Esa afirmación es mentira, el único que no reconoce el estado israelí es Hamás, pero la autoridad palestina presidida por Mahmud Abás sí reconoce el estado de Israel desde los acuerdos de Oslo de 1993. De hecho, el presidente Mahmud Abás ha reiterado en ocasiones su compromiso con la solución de que puedan coexistir dos estados. Otra gran mentira que sostiene Netanyahu es que “Los palestinos apoyan los ataques de Hamás”, esa afirmación es cuestionable porque según la encuesta del Palestinian Center for Policy and Survey Research, publicada en junio de 2024, el apoyo de los palestinos a Hamás se sitúa en torno al 40% y ha ido disminuyendo conforme se desarrollaba la guerra.
En tercer lugar, Netanyahu niega totalmente las acusaciones de la ONU sobre el genocidio en Palestina argumentando la justificación y legitimación de la guerra por los atentados de Hamás acaecidos el 7 de octubre de 2023. Esa postura retrata la mala leche del presidente israelí que se excusa en un acto de autodefensa, pero realmente el deseo del gobierno de Netanyahu es borrar del mapa a Palestina porque considera un obstáculo a sus deseos imperialistas. Los miembros del gobierno israelí en su mayoría son sionistas, siendo Netanyahu el peor de todo, que pretende instaurar, “El Gran Israel” con la complicidad de Estados Unidos.
En cuarto
lugar, el posible acuerdo de paz que en los próximos días o meses veremos si es
factible o no, otorga una posición privilegiada a Israel sobre Palestina
concediéndole todo lo que pide Netanyahu, es decir, nos encontramos ante un
gobierno que está calificado por acciones genocidas por la ONU, y ahora
mediante el acuerdo firmado por Trump y Netanyahu sin contar con la presencia
de la autoridad palestina entrega carta blanca al gobierno israelí para hacer y
deshacer a su antojo sobre el destino de Palestina. Espero que finalmente se
logre un tratado de paz duradero y definitivo con la presencia de ambos estados, y que cesen los ataques de Israel sobre Palestina.
En quinto
lugar, el camino hacia la paz es la retirada de tropas israelíes en Palestina
de forma definitiva. Aceptar la presencia de la autoridad palestina y la
existencia de ambos estados con sus propias instituciones y cerrar de una vez
por todas el conflicto bélico más largo de la Historia, pues ambos estados
están boxeando entre si desde 1948. La paz en Oriente Medio siempre ha sido
frágil y esperemos que en lo sucesivo se logre un Tratado de Paz firme e
irrevocable entre Israel y Palestina, y más en estos tiempos que estamos, al
borde de una guerra mundial con muchos frentes abiertos y en las guerras todos
perdemos, especialmente la población civil.
En el caso de que se acepte un acuerdo de paz, la idea de Trump y Netanyahu es reconstruir Palestina para convertirlo en un resort turístico habitado por millonarios israelíes y estadounidense. Aprovechar sus bellas playas para levantar un gran complejo urbanístico controlado exclusivamente por Estados Unidos.
Palestina será un peón de Trump y Netanyahu que será sacrificado una vez que Hamás entregue las armas. Algo difícil de creer porque el grupo terrorista controla gran parte de Palestina, pero el pueblo palestino no acepta la presencia de Hamás en sus tierras, que lo único que ha traído ha sido corrupción, muertes, destrucción y caos.
NO A LA GUERRA. VIVA PALESTINA LIBRE SIN ISRAEL Y HAMÁS
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